¿Tan débil está EEUU? De pronto Zelenski quiere la paz, Washington lo apoya, y Moscú les responde
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EEUU prometió apoyar a Ucrania si su cúpula está lista para negociar "una paz justa" con Rusia. Anteriormente, Volodímir Zelenski declaró que Moscú "debe" asistir a la segunda cumbre sobre el conflicto ucraniano, cuyo primer capítulo se escribió con letras de fracaso en Suiza, donde nadie apoyó los famosos 10 puntos de Zelenski: apenas tres. ¿Están entre la espada y la pared? El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matthew Miller, manifestó: "Si Ucrania está lista para llevar a cabo negociaciones directas o diplomacia directa, u otra forma de la diplomacia [con Rusia], la apoyaremos en esa decisión para conseguir una paz justa". Inmediatamente, lanzó un mensaje extremadamente reñido con la realidad: afirmó que las decisiones concernientes a la diplomacia debe asumirlas Kiev, que "está en el puesto del conductor". "Jamás en estos dos años de conflicto, desde el inicio de la operación de desnazificación y desmilitarización llevada a cabo por la Federación de Rusia, Ucrania nunca ha sido el conductor. Yo diría que, siendo generoso, [Ucrania] ha sido el pasajero del último asiento del bus de este conflicto", observa el analista internacional Pablo Jofré Leal. Respecto a ese apoyo a Kiev que ofrece la Casa Blanca en posibles negociaciones de paz con Rusia, el analista apunta que "es posible que tengan que resolver, por parte de los demócratas, el lío en que han metido a EEUU con su involucramiento total en el apoyo militar, financiero, [con] cientos de miles de millones de dólares entregados a Ucrania. Y, por tanto, están buscando una manera de salir algo airosos de aquello que indudablemente constituye una más, como suele decirse en el ámbito rioplatense, de las macanas en las que ha estado EEUU en los últimos años". Anteriormente, al finalizar la llamada 'conferencia de paz' orquestada por Kiev y Washington, con el resto de la comparsa occidental como figurantes en la localidad suiza de Burgenstock, el canciller ucraniano, Dmitro Kuleba, ofreció dar la bienvenida "a la otra parte a la mesa de negociaciones" y admitió que "ambas partes son necesarias" para poner fin al conflicto. Además, agregó, "llegará el momento en que será necesario hablar con Rusia". Posteriormente, Volodímir Zelenski, dijo en una entrevista que no cerraría las puertas a que el presidente ruso, Vladímir Putin, sea invitado a una futura cumbre de paz. Al respecto, reaccionó el director del Segundo Departamento de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) de la cancillería rusa, Alexéi Polishchuk: "Si las autoridades de Kiev hubieran estado realmente dispuestas a resolver la crisis por la vía política y diplomática, en primer lugar, habrían anulado el decreto de autoprohibición de mantener conversaciones con los dirigentes rusos y habrían aceptado discutir otras iniciativas, excepto la categórica 'fórmula Zelenski'. Mientras la prohibición siga vigente y la 'fórmula' siga aplicándose, todas las afirmaciones de Kiev sobre su aspiración a la paz no serán más que palabras vacías y engañosas. Estamos seguros de que los países de la mayoría mundial lo entienden". Añadió que detrás de la "retórica seudopacífica" y las declaraciones de los representantes de Kiev sobre su disposición a negociar con Rusia se esconde la intención de "ganarse la simpatía de los países del sur global y atraerlos hacia el lado occidental antirruso". Entre tanto, el vicecanciller ruso, Mijaíl Galuzin, aseveró que él y sus colegas oyen solo la misma vieja retórica en los "intentos inútiles de promover la estancada y perentoria fórmula de Zelenski", y ven una desestimación deliberada de otras iniciativas que buscan arreglar la crisis ucraniana.