EEUU, donde Libertad es solo el nombre de una estatua en Nueva York: NYT censura a sus periodistas
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El periódico estadounidense 'The New York Times' dio instrucciones precisas a sus periodistas sobre qué términos no pueden emplear en referencia a la Franja de Gaza en medio de las hostilidades entre Israel y Hamás. Lo hizo a través de un documento interno obtenido por 'The Intercept'. Censura pura y dura en el país de la libertad Las restricciones se refieren a las expresiones "territorio ocupado", "genocidio", "campo de refugiados", "Palestina", "masacre" y "combatientes", entre otras. El memorándum interno escrito por la redactora de normas del NYT Susan Wessling, el redactor internacional Philip Pan y sus adjuntos, fue distribuido entre los empleados en noviembre y tenía el objetivo de ofrecer "orientación sobre algunos términos y otras cuestiones" en relación con el conflicto que se exacerbó el pasado mes de octubre. "Emitir este tipo de directrices para garantizar la precisión, la coherencia y los matices en la forma en la que cubrimos las noticias es una práctica habitual", afirmó Charlie Stadtlander, portavoz del Times, al justificar por qué habían emitido el documento. Añadió que el periódico intenta asegurarse de que el lenguaje usado por los periodistas sea "sensible, actual y claro para nuestro público". Unas justificaciones que no son más que un eufemismo para denominar a la censura, advierte Daniel Trujillo Sanz, historiador y analista internacional. “Lo primero que hay que decir es que no nos enfrentamos a ninguna novedad. Me dio por hacer el ejercicio de revisar precisamente estas palabras que el NYT trata de atemperar en sus titulares, pero relacionados con el conflicto de Ucrania, y es impresionante lo que uno se encuentra con una breve búsqueda”. En este sentido, el analista detalla acerca de esta búsqueda de publicaciones en el NYT, a propósito del uso de las palabras que prohíbe utilizar cuando se refiere a Palestina: “Tenemos ‘Demanda de genocidio aceptada por el Tribunal de La Haya contra Rusia’ – por manipular el término –; tenemos genocidio calificado como ‘la deportación forzosa de niños ucranianos’, dicen que ‘Bielorrusia colabora con la limpieza étnica – otro de los términos también censurado por el NYT – de niños ucranianos. Alguien tendrá que explicar este doble estándar”. Al comentar el documento, una fuente del NYT mostró su indignación. "Básicamente, se está eliminando la ocupación de la cobertura, que es el núcleo real del conflicto. Es como: 'Oh, no digamos ocupación porque podría parecer que estamos justificando un ataque terrorista'. No es raro que las empresas de noticias establezcan directrices de estilo […] Pero hay normas que únicamente se aplican a la violencia perpetrada por Israel. Los lectores se han dado cuenta y entiendo su frustración", concluyó la fuente. Es sintomático que el pasado 9 de noviembre, es decir, más o menos por las fechas en que la dirección del NYT impuso estas censuras a sus periodistas, el mismo periódico publicaba que “el Gobierno israelí acusó a fotógrafos independientes de varias organizaciones noticiosas importantes, incluido The New York Times, de ser “cómplices” en el asesinato y secuestro de soldados y civiles israelíes por parte de combatientes de Hamás, una acusación que The Times negó enérgicamente sobre su profesional independiente”. “Hay que preguntarse cómo es posible, pese a todas estas acusaciones de Israel [contra el NYT], que se trate de justificar [por parte de dicho periódico estadounidense] esta censura, esta manipulación de los hechos y de los términos, como ‘limpieza periodística’, ‘ética periodística’, aclararle a unos espectadores […] que ya no tragan con estos relatos”, avisa Trujillo Sanz.