YO NO SOY DIGNO DE QUE VENGAS A MI PERO TÚ SUPLES LO QUE ME FALTA

PARA RECIBIRTE EN LA COMUNIÓN Dice Jesús: Para recibir purificación y puedas recibirme haz lo que esté de tu parte, y hazlo con mucha diligencia, no por costumbre ni por necesidad; sino con reverencia y amor recibe el cuerpo de Jesucristo, tu amado Dios y Señor que se digna venir a ti. Yo soy el que te llamé y mandé que vinieses, yo supliré lo que te falta; ven y recíbeme. Si no sientes devoción, y te hayas muy seco, persevera en la oración, gime, llama y no ceses hasta que recibas mis gracias. Tú vienes para que seas por Mí santificado y unido conmigo, para que recibas nueva gracia, y te enfervorices de nuevo para la enmienda. No desprecies esta gracia, mas bien prepara con toda diligencia tu corazón, y recibe dentro de ti a tu amado. 4. Pero conviene que no solo procures la devoción antes de comulgar, sino que también la conserves con cuidado después de recibido el Sacramento, porque el cuidado que después se tiene, es la mejor disposición para recibir nuevamente mayor gracia. Y al contrario, se indispone para ella el que luego se entrega con exceso a las complacencias exteriores. Guárdate de hablar mucho, recógete a algún lugar secreto, y goza de tu Dios; pues tienes al que no te puede quitar todo el mundo. Yo soy a quien te debes entregar sin reserva, de manera que ya no vivas en ti, sino en Mí sin cuidado alguno. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Hechos 2:42 1Co 10:16La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? 10:17Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno y todos participamos del mismo pan. Pero, si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7 No se junten con los incrédulos, los que rechazan vivir en la fe. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? 2 Corintios 6:14