TU INTERIOR LE IMPORTA A DIOS MÁS QUE TU EXTERIOR

Seguido me han dicho personas: Yo no oro porque no se orar, no tengo palabras bonitas como otras personas, no se que decirle a Dios etc. Mi hermana/o a Dios no le importan las palabras sino los deseos e intenciones de tu corazón. ¿No has escuchado en el evangelio que a Dios le encantan los sencillos de corazón? Los que tienen corazón de niño? Los humildes? Si sabes decir palabras bonitas qué bueno, úsalas, y si no las tienes ni te preocupes usa las sencillas que tienes o mejor aún, usa “los suspiros” del corazón que le llegan como flechas de amor al corazón de Dios. Cuenta el padre Anthony de Mello un cuento sobre un campesino sin estudios que temprano cada mañana se iba a trabajar la tierra como a una hora de camino de su casa... Y aunque estemos en el lugar santo de un santuario o templo, si nuestro interior no está deseoso de conectarse con Dios no habrá conexión. Escuchemos al libro de Imitación de Cristo Aunque estés en un lugar santo, si falta el fervor del espíritu; ni durará mucho la paz que se busca por fuera si falta el verdadero fundamento de la disposición del corazón; quiero decir, si no estás en Mí, puedes cambiar, pero no mejorarte. Porque en cuanto llegue la ocasión, te encontrarás lo mismo de lo que huías, y más. Lo mismo que si rezo pero mi corazón no está dispuesto y humilde ante Dios, esos rezos no tendrán fruto.