QUE HAY QUE HABLAR MENOS DEL MUNDO 🌏 Y MÁS DE DIOS
Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

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Capítulo 10: QUE SE HA DE CERCENAR LA DEMASÍA EN LAS PALABRAS Estamos muy acostumbrados a platicar y hablar de muchos temas y muchas cosas. Y está bien cuando son cosas sanas. Pero ¿porqué estamos muy dispuestos a hablar de cosas del mundo pero poco dispuesto a hablar de cosas de Dios, de la religión y de la vida espiritual? Dice el libro: Muchas veces hubiera sido mejor no haber desperdiciado mi tiempo hablando con los hombres de cosas mundanas y mejor haber callado. De muy buena gana nos detenemos en hablar y pensar de las cosas que amamos o las que sentimos adversas. Mas, ¡ay dolor!, que muchas veces sucede vanamente y sin fruto; porque esta consolación externa es de gran detrimento a la vida interior y divina. Si puedes y conviene hablar, que sean cosas que edifiquen. Pero nos hará mucho mejor beneficio espiritual el hablar de cosas espirituales, especialmente cuando muchos con un mismo espíritu y corazón se juntan en Dios. Capítulo 11 : CÓMO SE DEBE ADQUIRIR LA PAZ Y DEL CELO DE APROVECHAR 1. Mucha paz tendríamos si en las dichos y hechos ajenos que no nos pertenecen no quisiésemos meternos. ¿Cómo puede estar en paz mucho tiempo el que se entremete en cuidados ajenos, y busca ocasiones exteriores, y dentro de sí poco o tarde se recoge? Bienaventurados los sencillos, porque tendrán mucha paz. 2. ¿Cuál fue la causa por que muchos de los Santos fueron tan perfectos y contemplativos? Porque estudiaron en mortificarse totalmente a todo deseo terreno; y por eso pudieron con lo íntimo del corazón allegarse a Dios. Nosotros nos ocupamos mucho con nuestras pasiones; y tenemos demasiado cuidado de lo transitorio. 3.Si estuviésemos perfectamente muertos a nosotros mismos, y en lo interior desocupados, entonces podríamos gustar las cosas divinas y experimentar algo de la contemplación celestial. El impedimento mayor y total es que no somos libres de nuestras inclinaciones y deseos, ni trabajamos por entrar en el camino perfecto de los Santos.