¿POR QUÉ ME DISTRAIGO EN LA ORACIÓN? y Ayudas Para Concentrarme en La Oración 🛐

¿POR QUÉ ME DISTRAIGO EN LA ORACIÓN? y AYUDAS PARA CONCENTRARME EN LA ORACIÓN Muchas personas me hacen esta pregunta. Piensan que solo a ellos les pasa. Déjenme decirles algo. La distracción constante en la oración nos pasa a todo el mundo comenzando con los Santos. Y no tienes por qué sentirte mal si te pasa. Es completamente normal. Santa Teresa de Avila se quejaba de la mente, en concreto de la imaginación a la cual la llamaba “la loca de la casa”. Porque en un momento está pensando en una cosa y el siguiente en otra; brinca de aquí para allá sin tener ningún sentido. En un momento está pensando en la túnica de Cristo y de allí se pasa al vestido que me quiero comprar, luego sobre cómo no lo he comprado porque no tengo dinero, y luego, no tengo dinero porque en el trabajo no me han aumentado, y ha de ser por culpa de esa señora que no me quiere, esa señora se parece a mi perrito, por cierto, no lo he llevado a vacunar, y hablando de vacunas, la del virus no me la he puesto tampoco, y vi en las noticias que el virus está fuerte en China, y mi vecina china me echa la basura a mi patio… etc. etc.  ¿Ves hasta donde llegó la Túnica de Jesús? ¿Qué debo hacer entonces cuando me distraigo en la oración? Bueno, lo primero es aceptar que la mente simplemente está haciendo su trabajo que es pensar; no enojarme porque piensa o imagina, déjala ser, simplemente cada vez que me haga consciente de que me salí del tema, volver al tema sin molestarme, de hecho, es saludable reírme de mi mente loquita. Si 100 veces se distrajo tu mente en la oración, 100 veces vuelves al tema de tu oración y cada vez que vuelves, con tu acción, sin palabras le estás diciendo a Dios que lo amas, y eso es lo que Dios ve. Esa oración vale oro, vale mucho más que una que no te cuesta y se te hace muy fácil o te da muchos gozos.  Con tus acciones le estuviste diciendo una y otra vez a Dios que lo amas y que quieres estar con él. Ayudas para concentrarme en un tema de meditación u oración. Ten una imagen de Jesús o la cruz o la virgen que te recuerden a Dios. A algunas personas les ayuda prender una vela o incienso, a otros escuchar alabanzas a Dios y orar con su letra, y algo que yo recomiendo mucho es tener la Biblia enfrente de ti y leer un versículo de ella. Si ese día estás leyendo un pasaje, cada vez que tu imaginación se vaya mientras meditas en el pasaje, regresa y relee muy despacio y meditando ese pasaje o ese versículo que te está dando luz. Repítelo cuantas veces quieras y cuantas veces te ayude repetirlo. O ten el libro o audiolibro de la vida de un Santo que te inspira al leerlo o escucharlo. Lee un pedazo y cuando encuentres luz en lo que leíste haz pausa, y ponte a meditar en lo que estás aprendiendo; cuando te vuelvas a distraer vuelve al libro para continuar o releer lo que te está todavía dando luz. Otra ayuda para concentrarte y hasta para dormirte cuando se te va el sueño es el recitar muy lentamente el Padre nuestro o el ave maría pensando en cada frase, pausando, rumiándola, repitiéndola. Eso te mantiene muy lindamente en la oración. Te invito ahora para que practiques meditando lentamente el Padre nuestro, meditando en cada frase...