MIENTRAS MÁS ME ACERCO A DIOS MÁS PEQUEÑOS VEO MIS PROBLEMAS

Claro, estamos hablando de crecimiento en la relación con Dios, o sea, en la vida espiritual. Recuerdo cuando entré a la primaria y después de meses de comenzar a garabatear con lápiz por fin la maestra nos autorizó a traer una pluma fuente.  Llegué lleno de regocijo a mi casa a decirle a mis padres la EXCELENTE NOTICIA y cómo ya estaba yo “tan avanzado” que la maestra ya me permitiría utilizar por primera vez un bolígrafo, una pluma de tinta.  No cabía yo de la emoción. Al día siguiente después de mi tanta insistencia mi padre me llevó a la tienda de abarrotes del pueblo donde solemnemente me compró una pluma. El comerciante detrás de un mostrador me preguntó que qué color prefería, yo no sabía que tenía opciones de colores y más gusto me dio. Escogí una color transparente porque se me hizo única y original. Podía ver el cartuchito largo y delgado con la tinta y las otras 2 piecesitas de plástico en su interior. Al día siguiente la llevé a la escuela y yo no cabía de gozo. Hasta que después de unas horas de utilizarla, la presioné muy fuerte y su disparador del cartucho se quebró, quedó inusable. Yo no cabía del dolor y la tristeza, todo mi día se amargó y llegué llorando a mi casa. Mi madre me vio y se compadeció y me dijo que no me preocupara, que me comprarían otra… Cuando uno es pequeño, hasta los problemas pequeños se le hacen a uno inmensos. Pasa lo mismo en la vida espiritual. Conforme te vas “retirando” del mundo y por la gracia de Dios te vas elevando hacia Él, comienzas a ver las cosas y hasta al mundo cada vez más pequeño con sus problemas. ¿Haz visto las fotos de nuestro planeta tomadas desde el espacio? Desde la perspectiva de Dios se ve todo tan diferente, tan pasajero, tan sin importancia, tan pequeño… Dice el libro del Eclesiastés: Eclesiastés1:2¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, todo es vanidad! 1:3¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol? 1:4Una generación va, otra generación viene; pero la tierra permanece donde está. 1:5Sale el sol, se pone el sol; corre hacia su lugar y de allí vuelve a salir. 1:6Sopla hacia el sur el viento y gira al norte; gira que te gira el viento, y vuelve el viento a girar. 1:7Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los ríos van, allá vuelven a fluir. 1:8Todas las cosas cansan. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído de oír. 1:9Lo que fue, eso será;  lo que se hizo, eso se hará.  Nada nuevo hay bajo el sol. Como decimos en nuestra formación espiritual: NO LE CUENTES A DIOS QUÉ TAN GRANDES SON TUS PROBLEMAS, MEJOR CUÉNTALE A TUS PROBLEMAS QUÉ TAN GRANDE ES TU DIOS.