¿EL SUFRIMIENTO ME HACE SANTO?

R: Solo cuando es vivido con y por Dios; de otra manera es solo un sufrimiento espiritualmente inútil. En sí mismo, Dios no quiere el sufrimiento, pero como consecuencia del pecado original, desde nuestros primeros padres que pecaron y se separaron de Dios (representados en la parábola de Adán y Eva), el sufrimiento es parte de la vida. Y luego hay un sufrimiento aceptado por Cristo como el de tomar la cruz de la renuncia. Dejar todo por Dios, o el dejar el pecado o las malas amistades y malas relaciones, dejar un vicio o un pecado por amor a Dios. Hay veces que cuesta un poco o mucho renunciar a estos males, pero es un sufrimiento que te santifica. Hay otros que sufren sin ningún mérito espiritual, como los que sufren como consecuencia de sus pecados. De hecho, en estos casos, el sufrimiento les debería servir para que se dieran cuenta de que ese dolor inútil no solo les destroza la vida, la paz y la felicidad sino el alma también. Algunos, al experimentar estos dolores causados por sus errores se arrepienten y vuelven a Dios; si perseveran con Dios de allí en adelante, después estarán muy agradecidos hasta por el dolor que sufrieron porque fue el que los salvó de un mal mayor. Recordemos la parábola del hijo pródigo en la Biblia, o la historia de la mujer pecadora, o la samaritana; eran personas que llegaron a sufrir mucho en sus vidas como consecuencia de sus malas vidas, de sus malas decisiones; pero el dejarse mover por el Espíritu Santo los hizo reflexionar, arrepentirse y volver a Dios. Jesús vino al mundo a enseñarnos el camino al Padre, el camino de la salvación, y además a ser el instrumento máximo para lograrla. Él nos recibe con sus brazos abiertos cuando nos arrepentimos y vamos a él no solo a pedir perdón sino a pedirle su ayuda también para ya no pecar, para ya no ser rebeldes, para ya no alejarnos de él. Con respecto al sufrimiento, hay también 2 tipos de ministros de Dios (en cualquier ministerio de la iglesia). Los que sufren por ministrar (se sacrifican de diferentes maneras para hacerlo) y los que sirven pero sin sufrir (algunos solo sirven lo mínimo, o mientras no les cueste mucho o nada). Los que sufren por servir son ungidos por Dios, son los que son santificados y santifican a los demás. Son los verdaderos pastores que Dios usa para sanar y salvar a sus hermanos. Los que no sufren o no se esfuerzan no sanan ni salvan a casi nadie o a nadie. No son vasos llenos de las gracias de Dios como los primeros. Por algo dijo Jesús: “El que quiera ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga”. AGRADECEMOS A LOS AGRADECIDOS QUE NOS AYUDAN A CONTINUAR ESTA OBRA NO LUCRATIVA DE LOS MISIONEROS MidaD 1.- PAYPAL: Ofrenda con tarjeta de débito o crédito o paypal, presionando el siguiente enlace: https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=KNMVR8EQ37N9W&source=url 2.- ZELLE Con aplicación en el teléfono o a través de su banco a Nombre de : Familias Unidas, email: [email protected] 3. Donaciones vía VENMO a @midad 4. Vía Spotify con pequeña donación mensual: https://podcasters.spotify.com/pod/show/misioneros/subscribe Los que prefieren mandar cheque o money order por correo pueden hacerlo a: Misioneros Del Amor de Dios 655 S. B St. Tustin, Ca 92780 www.misionerosdelmordedios.org