EL PROPÓSITO DE LA VIDA SEGÚN DIOS. MidaD Formación Teológica, Bíblia y Espiritual

Todas las personas de fe creemos en Dios, y los más avanzados en la fe ya no necesitan creer en Dios porque CONOCEN A DIOS. Los animales y las plantas que no tienen la voluntad, razonamiento y libertad que los humanos tenemos tienen el propósito de su vida marcado en sus genes. Cada especie hace aquello para lo que fue creado y no se sale de su patrón. Pero los humanos que sí tenemos razón, voluntad y libertad, tenemos que hacer dos cosas: 1.  DESCUBRIR PARA QUÉ FUIMOS CREADOS 2. TOMAR LA DECISIÓN DE SEGUIR O RECHAZAR EL PROPÓSITO PARA EL QUE FUIMOS CREADOS. Con tristeza vemos que mucha gente ni siquiera se pregunta para qué fue creado; y aunque tienen inteligencia y razón no la utilizan para encontrar su propósito y a su creador, sino para satisfacer sus deseos y ambiciones carnales y sus instintos animales sin darle mayor importancia a nada más. Tienen inteligencia pero no la usan para las verdades eternas, sino solo para las ambiciones y posesiones temporales. Tenemos en el libro de la imitación de Cristo las siguientes palabras en una oración de parte de Dios: Jesucristo:   1. Hijo, yo debo ser tu supremo y último fin, si deseas de verdad ser bienaventurado. Con este propósito se purificará tu deseo, que vilmente se apega muchas veces a sí mismo, y a las criaturas. Porque si en algo te buscas a ti mismo, luego desfalleces, y te quedas árido. Atribúyelo, pues, todo lo bueno principalmente a Mí, que soy el que todo lo he dado. Así, considera cada cosa como venida del Soberano Bien, y por esto todas las cosas se deben reducir a Mí como a su origen.