EL NO ESTAR CONSIENTES DE NUESTRA MUERTE NO NOS PERMITE DISFRUTAR LA VIDA
Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

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Y para ser más precisos, el que no está consiente de la muerte no disfruta las maravillas en las cosas “comunes” de la vida, las cosas que Dios nos da y ya tenemos cada día. Algo que nos va a hacer valorar y gozar más esta vida es el estar consiente de que nos vamos a morir en cualquier momento. En mi trabajo con sanos, enfermos ymoribundos a través de los años me he dado cuenta de que por lo general los que más saborean la vida son aquellos a quienes su médico los ha desahuciado; Claro,después de superarsu primer shock y sobre todo si son personas de fe. La primera reacción es de mucho miedo o depresión o shock, pero las personas de fe, una vez que lo aceptan comienzan a disfrutar y saborear cada minuto de vida y cada persona que está en su vida. Saben que les queda poco tiempo para gozarlos. Viven en carne propia el dicho de que “nadie aprecia lo que tiene hasta que lo ve perdido”; De repente desaparecen todos los rencores que tenían, se dan cuenta de lo inútil y perjudiciales que son para el gozar la vida; ya no les interesan ni las venganzas ridículas, ni los corajes porque no se hace lo que ellos quieren, ni las posesiones materiales, ni los placeres carnales; de repente desaparece el ego y comienzan a disfrutar cada rayo de sol, cada brisa de viento, cada amanecer, cada planta y animalito, cada persona que se les acerca. He escuchado muchos testimonios similares de otros clérigos y médicos, personas que trabajan con los moribundos y hemos dado clases sobre este tema los viernes de crecimiento en nuestra escuela de espiritualidad. Dice Kempis: Por eso está siempre prevenido, y vive de tal manera, que nunca te halle la muerte desapercibido. Muchos mueren de repente: porque en la hora que no se piensa vendrá el Hijo del hombre. 4. ¡Qué bienaventurado y prudente es el que vive de tal modo, cual desea le halle Dios en la hora de la muerte! Muchas cosas buenas podrías hacer mientras estás sano; pero cuando enfermo no sé qué podrás. 5. No confíes en amigos, ni en vecinos, ni dilates para después tu salvación; porque más presto de lo que piensas estarás olvidado de los hombres. Mejor es ahora con tiempo prevenir algunas buenas obras que envíes adelante, que esperar en el socorro de otros.