DIOS NOS HACE FUERTES PARA QUE NO NOS AFECTEN LOS PROBLEMAS

Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

Si estás caminando con Dios verás que cada vez los problemas de la vida te afectan menos; NO ES QUE LOS PROBLEMAS AHORA SEAN MÁS PEQUEÑOS, ES QUE AHORA ERES MÁS FUERTE POR LA GRACIA DE DIOS. De niño había “problemas” que yo tenía que se me hacían muy grandes, como si se me perdía una pelota o pinchaba la llanta de la bicicleta, hoy los veo y se me hacen niñerías. Esos problemas siguen siendo los mismos, pero Dios me ha hecho madurar y ser más fuerte y tolerante. Todos tenemos que crecer en fortaleza, no enseñes a los niños a ser débiles privándoles de todo dolor o de toda frustración, deben aprender a superarlos y a afrontarlos como el perder un juego en los deportes o el haber sacado malas calificaciones. Algunos creen que deben privarles de todo dolor mintiéndoles y diciéndoles que sí ganaron el partido pero les hicieron trampa, o que la maestra se equivocó al calificar el examen. Esto no los ayuda sino que los mantiene permanentemente débiles e incapaces de superar sus debilidades y hacerse mejores y más fuertes. Los fracasos son los precursores de los más grandes triunfos. No solo en los deportes sino en las relaciones y los negocios también. Pero algo que debemos tener muy en cuenta los que hemos aceptado ser ovejas de Cristo es que Dios mismo nos enseña a salir de los fracasos, a ser fortalecidos y a llegar a toda victoria con él. Escuchemos la sagrada escritura: Éxodo 15:2 El Señor es mi fortaleza y mi alegría; ¡el Señor es mi salvación! Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré (Ex 15:2). Salmos 18:2 Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío! (Sal 18:2). Deuteronomio 31:6 Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará» (Dt 31:6). Salmos 27:1 El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿a quién le tendré miedo? (Sal 27:1). Josué 1:9 Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas» (Josué 1:9). Salmos 28:7-8 Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza; en ti confía mi corazón, pues recibo tu ayuda. Por eso mi corazón se alegra y te alaba con sus cánticos. Tú, Señor, infundes fuerzas a tu pueblo; tu ungido halla en ti un refugio salvador (Sal 28:7-8). 2 Samuel 22:3 Dios mío, tú eres mi fuerza; ¡en ti confío! Eres mi escudo, mi poderosa salvación, ¡mi alto refugio! Salvador mío, tú me salvas de la violencia (2 Samuel 22:3). 2 Samuel 22:33 Dios es quien me infunde fuerzas; Dios es quien endereza mi camino (2 Sa 22:33).