¿DEBO SENTIR PLACER? ¿O ARIDEZ CUANDO ORO?

Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

Quizá uno de los mayores obstáculos que los principiantes en la oración encuentran es cuando después de un tiempo de oración gozosa dejan de sentir gusto y gozo en ella. Algunos se confunden y piensan que ya no están orando bien, otros con un corazón egoísta deciden dejarla porque ya no le sacan “beneficio” a ella; pero a aquellos que tienen una buena dirección espiritual se les explica porqué pasa esto en todos los orantes. La razón es porque al comenzar a seguir a Dios es como los novios cuando se empiezan a conocer, se comienzan a conquistar uno al otro y se causan mucho gozo mutuamente. Lo mismo hace Dios con nosotros; cuando comenzamos a orar diariamente comenzamos una relación de amor con él en la cual él nos conquista con sentimientos de gozo, de su presencia, de satisfacción y/o sanación. El problema es que al igual que en el enamoramiento de los novios, aquí no hay amor sino más bien egoísmo. “Estoy contigo porque tú me haces sentir bien a mi”. El amor verdadero comienza cuando se acaba el enamoramiento y ya no nos buscamos por conveniencia, egoístamente, sino para hacer feliz al otro. El amor verdadero es dar sin esperar recibir. Y Dios en esto es igual, quiere que le demos amor y no que lo busquemos por conveniencia. Los santos pasaron por esta etapa y San Juan de la cruz acuñó una frase para definirlo, le llama “la noche oscura del alma”, esta explicación ha sido desarrollada por muchos maestros espirituales a través de los siglos. Yo le llamo “el desierto” porque al igual que a los israelitas en el desierto, Dios nos está preparando por un tiempo de aridez, y si permanecemos fieles en la oración, en esta aridez él nos purifica y nos convierte, nos fortalece y eleva nuestro amor sincero y desinteresado hasta el corazón de Jesús, el corazón de Dios.