CUANDO LAS COSAS GRANDES TE FALLAN REGRÉSATE A LAS PEQUEÑAS

Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

Hay veces que nos parece que nuestros proyectos grandes nos fallaron, que las cosas que considerábamos muy importantes de repente parece que o no funcionan o no eran tan importantes como nos imaginábamos. En momentos así hay que regresarnos a la base, a la manera sencilla de vivir, a la simpleza liberadora y relajante del trabajo normal. Esto vale también para la vida espiritual. No podemos hacer los milagros y las grandezas de muchos santos. Al menos no cuando vamos empezando a caminar con Dios. Pero basta con hacer cada cosa pequeña con Dios y por Dios; en el trabajo, la oración, la escuela, casa, actividades, diversiones, etc. Y también vale para las amistades. A veces queremos ser amigos de personas muy populares o importantes solo para darnos cuenta después  que por lo general la gente sencilla es más fiel y entregada. Escuchemos lo que nos dice Imitación de Cristo: Capítulo LI: Que debemos emplearnos en ejercicios humildes cuando no podemos en los sublimes. Jesucristo: 1. Hijo, no puedes permanecer siempre teniendo un deseo fervoroso de las virtudes, ni perseverar en el más alto grado de la contemplación; sino que es necesario por la debilidad original, que desciendas alguna vez a cosas simples, y también a llevar con paciencia la carga de esta vida corruptible, aunque a veces te pese y fastidie. Mientras lleves el cuerpo mortal, a veces sentirás tedio e inquietud de corazón. Mientras vives en carne es normal, gemir muchas veces por el peso de ella, porque no puedes ocuparte perfectamente en los ejercicios espirituales en la divina contemplación. 2. En momentos así conviene que te emplees en ejercicios humildes y exteriores, consolándote con hacer buenas obras; y espera mi venida y la visita del cielo con firme confianza; lleva con paciencia tu destierro, y la sequedad del espíritu, hasta que otra vez yo te visite, y seas libre de toda congoja. Porque te haré olvidar las penas, y haré que goces de gran serenidad interior. Yo extenderé delante de ti los prados floridos de las Escrituras, para que, dilatado tu corazón, corras la carrera de mis mandamientos. Entonces dirás: No son comparables las penas de este tiempo con la gloria que se nos descubrirá. Rom 8:18 Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. Rom 8:19 La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios.