CUANDO EL CIELO CALLA

Hay veces que estamos pasando una crisis en nuestras vidas; esperamos una señal del cielo, una luz, un camino, una dirección para nuestras vidas. Nuestras oraciones se vuelven súplicas, esperanza, búsqueda, pregunta. En la vida de San Francisco hubo varios momentos así. Uno de ellos fue cuando recién se había convertido y Dios le ayudó a superar su asco y terror de los leprosos. Tanto así que iba constantemente a ayudarlos, a curarlos a ser su enfermero. Pero Francisco no sabía todavía a qué lo estaba llamando Dios, qué tenía que hacer con su vida, con su familia, el negocio de su padre, los viejos amigos impertinentes y mundanos. Oraba todos los días por horas seguidas, preguntaba y el cielo callaba. El padre Larrañaga nos narra en su biografía de Francisco lo siguiente: El cielo no se había manifestado todavía. Sus horizontes estaban cubiertos de noche. No se vislumbraba ningún derrotero, y Francisco se conformaba con vivir en fidelidad día tras día: dedicaba largas horas al Señor, largas horas a los leprosos, sembraba la paz por todas partes. Siempre permanecía en pie como centinela nocturno esperando órdenes, atisbando novedades. Me recuerda esto a Jesús durante los primeros 30 años de su vida; esperaba el llamado, no sabía exactamente qué o cuando, hasta que un día Dios le inspiró que fuera ante su primo Juan Bautista y le pidiera ser bautizado. Jesús no sabía que iba a pasar allí o después de su bautismo, pero el Padre sí sabía, lo tenía planeado, y al salir del agua recibe el Espíritu Santo; nos dice el evangelistas que en forma como de paloma. Luego fue inspirado a ir al desierto y ayunar y orar por 40 días. Tampoco se esperaba para nada ser tentado tan fuertemente por el demonio. Pero ya tenia la fuerza de la oración y el ayuno de 40 días para hacerle frente al “príncipe de este mundo” y poder vencerlo. De seguro que durante esos 40 días muchas veces el cielo callaba, pero Jesús seguía atento, esperando, como un buen soldado de su Padre celestial. Hay personas que quieren derrotar al demonio y sus tentaciones sin hacer oración, sin hacer ningún sacrificio, sin renunciar a sus pecados. Esto es imposible. No puedes ganarle a un cocodrilo dentro del agua; él está en su ambiente de la misma manera que el diablo está en su casa cuando entra al corazón de una persona que ha aceptado el pecado o ha renunciado a Dios. En pocas palabras: Cuando Dios nos hace esperar para recibir su respuesta, es porque nos está formando en la fe. Lo que nos toca es al igual que Jesús y Francisco, permanecer fieles y deja a Dios ser Dios... DIOS DA CON ABUNDANCIA A LOS QUE LE DAN EL DIEZMO QUE LE PERTENECE www.misionerosdelamordedios.org 1.- PAYPAL: Ofrenda con tarjeta de débito o crédito o paypal, presionando el siguiente enlace: https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=KNMVR8EQ37N9W&source=ur 2.- ZELLE Con aplicación en el teléfono o a través de su banco a Nombre de : Familias Unidas, email: [email protected] 3. Donaciones vía VENMO a @midad 4. Vía Spotify con pequeña donación mensual: https://podcasters.spotify.com/pod/show/misioneros/subscribe