CÓMO SE LLEGA A LA ORACIÓN DE CONTEMPLACIÓN

Misioneros Del Amor de Dios - Missionaries Of God's Love - Podcast készítő MGL Misioneros Del Amor de Dios

Algunos que han emprendido un camino de crecimiento espiritual, de oración y de conocimiento de Dios sueñan o soñamos con llegar a la oración de contemplación. Es aquella oración donde ya no hay palabras solo CONTEMPLACIÓN PLENA DE DIOS. Ya solo lo ves con los ojos de tu espíritu mientras estás orando en total silencio, y sientes su presencia abrazadora conforme tu corazón se ensancha y se hace uno con él. Dos enamorados se funden uno en el otro. Pero para llegar a la contemplación se requieren muchos años de amor a Dios. O sea, un amor real donde pasa uno muchas horas con él, horas donde a veces no hay gusto o satisfacción sino más bien requieren de un esfuerzo mío para permanecer fiel en la búsqueda, en la oración. Una hora o más diaria buscándolo, meditando en sus enseñanzas, pensando  en él, tratando de complacerlo también con mis acciones durante el día, mi trato con los demás, mis pensamientos, y sobre todo mi amor a El y al prójimo. Dice una historia que una vez los discípulos le preguntaron al monje que era su maestro de Espiritualidad: “Maestro, ¿nos puede explicar cómo es la oración de contemplación?” El maestro volteó hacia el jardín donde estaba su perro Brownie sentado en el pasto sumamente atento con la mirada fija  hacia arriba al árbol donde andaba un mono colgándose de una rama a otra. El perro casi sin parpadear estaba tieso, moviendo ligeramente y de vez en cuando su cola mientras no perdía de vista al mono en el árbol. Entonces el maestro les dijo: ¿Ven a Brownie cómo está? Esa es la imagen más cercana a la contemplación que he visto el día de hoy. Escuchemos al libro Imitación de Cristo Mucho más noble es la doctrina que emana de la influencia divina, que la que se alcanza con el estudio y trabajo por el ingenio humano. 3. Se hallan muchos que desean la contemplación: pero no procuran ejercitar las cosas que para ella se requieren. Un gran impedimento es el fijarse nada más en las cosas exteriores y sensibles, y descuidar la verdadera mortificación. No sé que es, ni qué espíritu nos mueve, ni qué esperamos algunos que nos llamamos espirituales, cuando ponemos tanto trabajo y ocupación en las cosas transitorias y viles, y con dificultad y muy tarde nos recogemos del todo a considerar nuestro interior.