BUSCA LO BUENO Y SERÁS BUENO, BUSCA LO MALO Y...

CADA QUIEN VE Y OYE LO QUE BUSCA ¿Escucho la voz de Dios, o la de mis intereses? ¿Trato de escuchar a mi Señor todos los días? O no lo hago porque estoy muy ocupado escuchando a otras gentes? O a mí mismo? Mis decisiones traen consecuencias. Lo que siembro cosecharé, es ley de la vida. No podemos evitarlo, siempre estamos viendo y oyendo miles de cosas. Pero cabe preguntarnos: ¿oigo la voz de Dios o la mía o la de otras personas primordialmente? ¿qué o a quién quiero de verdad escuchar? Lucas 11, 28 Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. https://dailyverses.net/es/lucas/11/28Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes. 1 Juan 5, 14 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Mateo 7, 24 Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.