AMAN A CRISTO LOS QUE TRABAJAN PARA QUE OTROS LO AMEN TAMBIÉN

Si ponemos atención a las predicaciones de Jesús, sus acciones e intenciones en los 4 evangelios veremos una y otra vez que él quiere que su palabra, su vida nueva, su forma de vivir se propague por todo el mundo. A eso le llama Jesús “El Reino de Dios” o “El Reino de los Cielos”, el hacer que en cada corazón, en todo el mundo su Padre celestial reine. ¿Por qué quiere esto tanto Jesús? ¿Porque a Dios le hace falta algo? ¿O porque a sus hijos nos hace falta todo cuando él no reina en nuestras vidas? Obviamente es lo segundo. Es por eso que aquél que se dice un discípulo de Cristo o un amante de Dios pero no trabaja con todas sus fuerzas y su pasión para que otros amen a Dios, se está engañando solo. No ama a Dios. Podrá ser como Herodes lo era de Juan Bautista Mc. 6, 20: Un admirador, pero no un seguidor. Podrá ser como el joven rico del evangelio, Mt. 19, 16-26. tiene buenas intenciones pero no se atreve a amar y seguir de verdad a Dios. Algunos podrán decir: Pero yo no soy un sacerdote o una monja o un predicador para poder hacer eso. La respuesta es: Ni necesitas serlo. Es tanto lo que puedes hacer para que otros conozcan a Dios y lo comiencen a amar. Empieza por hablar de Dios, por compartir estas enseñanzas y otras buenas que dan luz a los demás. Hazlo en tu familia, con tus amigos, con tus compañeros de escuela o trabajo. Por cada chiste o mensaje político que reenvíes, reenvía 2 o 3 mensajes espirituales. No tengas miedo a declararte un verdadero Cristiano, a proclamar el mensaje de Dios con tus contactos y amigos. No dejes para después el acudir a tu iglesia cada domingo, el recibir  una clase de formación espiritual cada día, de servir en tu comunidad de iglesia. Si tu comunidad de iglesia se junta en una casa, pregunta: ¿cómo puedo ayudar? ¿qué traigo?  Hay tantas cosas que puedes hacer cada día. Y si puedes ir en persona no te conformes con hacer todo en línea o vía zoom. Nada se compara con la presencia y el servicio físicos… ¿Ya ves que sí puedes trabajar y hacer mucho para que otros amen a Dios? ¿Para fincar su Reino en los corazones de la gente? La última indicación que le dio Jesús a sus discípulos, a los que lo amaban y seguían es la más importante después del mandamiento del amor: Mateo 28, 19 Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 28, 20y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia. CÓMO OFRENDAR O DAR MI DIEZMO PARA AGRADECER A DIOS y SER UN FINCADOR DEL REINO DE DIOS 1.- PAYPAL: Con tarjeta de débito o crédito o paypal, presionando el siguiente enlace: https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=KNMVR8EQ37N9W&source=url 2.- ZELLE aplicación en el teléfono o a través de su banco a Nombre de : Familias Unidas, email: [email protected] 3. Donaciones vía VENMO a      @midad