”...una muchacha que es de la tierra de Israel." (2 Reyes 5:4)
Meditaciones Radio Gracia y Paz - Podcast készítő Meditaciones Radio Gracia y Paz

Kategóriák:
*Meditación**”...una muchacha que es de la tierra de Israel." (2 Reyes 5:4)Una persona no tiene que ser conocida por su nombre para que realice grandeshazañas para Dios. De hecho, la Biblia nos habla de algunos hombres y mujeres que hanganado fama inmortal, de cuyos nombres no sabemos nada.Había tres hombres que arriesgaron sus vidas tomando agua del pozo de Belén paradar de beber a David (2 S. 23:13-17). David consideró esto como un acto de devocióntan notable que no bebió el agua sino que la derramó como una ofrenda sagrada. Perono se dan a conocer sus nombres.No sabemos cómo se llamaba aquella gran mujer de Sunem (2 R. 4:8-17), perosiempre será recordada por el aposento que construyó para el profeta Eliseo.Había una muchacha judía desconocida, por cuyo consejo Naamán fue al profetaEliseo para ser sanado de la lepra (2 R. 5:3-14). Dios conoce su nombre, y eso es todo loque importa.¿Quién fue la mujer que ungió la cabeza de Jesús? (Mt. 26:6-13). Mateo no revela sunombre, pero su fama se anuncia desde entonces en las palabras de nuestro Señor: “Decierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo,también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (v. 13). La pobre viudaque echó sus últimas dos monedas en el arca del tesoro es otra de las “desconocidas deDios” (Lc. 21:2). Esta mujer ilustra espléndidamente la verdad de lo maravilloso que escuánto puedes llegar a hacer por Dios si no te importa quién se lleve el honor.Seguidamente, está el muchacho que dio sus cinco panes y dos peces al Señor y losvio multiplicarse hasta que saciaron a cinco mil hombres más mujeres y niños (Jn. 6:9).No sabemos su nombre pero jamás será olvidado lo que hizo.¡Una ilustración final! Pablo envió dos hermanos a Corinto junto con Tito para llevaruna colecta a los santos pobres de Jerusalén. No menciona sus nombres pero los elogiacomo mensajeros de las iglesias y gloria de Cristo (2 Co. 8:23).Gray, al contemplar las lápidas de personas desconocidas en un cementerio rural,escribió:Muchas flores nacen que sin ser vistas se ruborizan,Y en el aire del desierto su dulzura desperdician.Con Dios, sin embargo, nada se desperdicia. Conoce bien los nombres de aquellos quele sirven en el anonimato, y les recompensará como sólo Él sabe hacerlo.